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Las uvas: nuevos beneficios para la salud

Comer uvas (doce al día, negras o verdes), disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, principalmente cardiopatía y ateroesclerosis, ya que contiene una sustancia llamada “flavonoides” que ayuda a limpiar la sangre en las arterias e impide la formación de placa de colesterol.


En la pigmentación de la cáscara de la uva contiene las propiedades cardioprotectoras, por lo que entre más oscura sea, mayor cantidad de flavonoides tendrá. Si la fruta se incluye en la dieta diaria, se realiza ejercicio físico y se evita exceso de comida chatarra, el efecto será mejor.

Tal señaló el nutriólogo adscrito a la Unidad de Medicina Familia No. 39 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) quien recomendó no sobrepasar el consumo diario de uvas, ya que en exceso puede elevar los triglicéridos y descontrolar los niveles de azúcar, sobre todo en los pacientes diabéticos.

También tiene propiedades anticancerígenas, ya que ayuda a “atrapar y a controlar el exceso de radicales libres”, sustancias que se han relacionado con la formación tumoraciones malignas, y aunque las tenemos en el organismo en grandes cantidades son nocivas.

Especialistas del IMSS dijeron que el consumo de esta fruta “no da beneficios mágicos”; se requiere mantener un programa integral de nutrición y de ejercicios físicos permanente: consumir alimentos bajos en grasas de origen animal, vegetales, cereales, frutas, carne en poca cantidad –sin gordito, piel nervio y grasa- y dos litros de agua diariamente, además de practicar algún deporte, por lo menos una caminata diaria de 30 minutos para fortalecer y oxigenar el músculo cardiaco.

Asimismo comentó que se han hecho estudios que demuestran que el vino tinto de uva negra, en un consumo moderado (no más de una copa al día) contiene los suficientes flavonoides y antioxidantes para disminuir el riesgo de padecimientos cardiacos.

Uno de los componentes de las uvas y el vino es el denominado resveratrol. Tiene varias características biológicas importantes. Es antiinflamatorio y tiene efectos sobre el metabolismo de los lípidos.

Protege al corazón al reducir el nivel de colesterol. Y además inhibe la agregación de las plaquetas en la sangre. Con ello la sangre es menos espesa y se evita la formación de los coágulos sanguíneos que desencadenan los infartos cardiacos y cerebrales. (vía Milenio)

Fuente: Cocina y Vino