Esta planta tiene propiedades como: sudorífera, tónica, calmante, depurativo, diurética, cicatrizante, anestesiante, afrodisíaca, estimulante, anti-reumática, antipirética, antimicrobiana, antireumática, entre otras.
Pueden ser preparadas diferentes recetas, dependiendo de la necesidad. Por ejemplo:
INFUSIONES: 10 gramos (1 cuchara de sopa) de hojas en 200 ml de agua hirviente y dejar por algunos minutos, bebiendo dos cucharas al día.
COMPRESAS HECHAS POR DECOCCIÓN DE LAS HOJAS;
TINTURA: macerar Las hojas con alcohol y aplicar en lesiones, como aftas.
Obs.: mujeres gestantes o lactantes deben evitar el uso de esta planta, que puede provocar aborto.
“Una infusión de 15 gramos de sus hojas y raíces en un litro de agua es usada para controlar la sífilis. También es utilizada como tónico depurativo, contra los dolores diversos y también para nivelar el azúcar en la sangre (diabetes)”.
“Un mejor resultado se obtiene contra este último mal al mixturar y hervir con las hojas de “Francisco Álvarez”. Sus abundantes flores blanquecinas son muy apetecidas por las abejas por lo que se recomienda cultivarla (por semillas) como una excelente planta melífera. Se puede cosechar durante todo el año”.