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AJO: Usos y beneficios saludables

Más allá de ser un alimento para dar sabor y aroma, el ajo se convirtió en un ingrediente aliado de la salud que se utiliza en la medicina alternativa para evitar y combatir diferentes enfermedades. Desde hace muchas décadas, muchas investigaciones a nivel mundial se han dedicado a comprobar el valor vitamínico y nutricional del ajo.
El ajo es un alimento muy popular en todo el mundo, conocido científicamente como Allium sativum, de la familia de la cebolla y los puerros.

Desde la antigüedad, esta especia ha hecho parte de la cocina mediterránea, no solo por su particular sabor, sino porque desde ese entonces se le atribuían muchos usos medicinales tanto en prevención como en tratamiento.

En la actualidad, el uso del ajo es imprescindible en muchas recetas de la gastronomía mundial y su cultivo se ha extendido a casi todos los rincones del planeta.

Gracias a esto, en la actualidad se puede afirmar que es uno de los alimentos más saludables que se pueden incluir en la dieta. A continuación vamos a compartir 15 usos saludables que le puedes dar a esta especia.

Salud cardiovascular

El ajo contribuye a regular la producción de colesterol por parte del hígado y además, estimula la producción de colesterol bueno HDL. Gracias a esto, su consumo regular ayuda a impedir que la grasa se acumule de las paredes arteriales y cause obstrucción.

Además también es un vasodilatador que contribuye a tener una buena circulación sanguínea para prevenir problemas del corazón.

Antibiótico natural

Este ingrediente tiene una acción antibiótica muy potente que puede eliminar y frenar la acción de diferentes microorganismos. De hecho, se dice que es mejor que algunos antibióticos convencionales por el hecho de no tener efectos secundarios.

Prevención de la enfermedad de Alzheimer y la demencia

El ajo contiene importantes antioxidantes que frenan la acción de los radicales libres para prevenir enfermedades cerebrales comunes como el alzhéimer y la demencia.

Control de la presión arterial

4 dientes de ajo al día aportan una cantidad significativa de alicina, compuesto que ayuda a controlar los niveles de presión arterial alta.

Resfriado común
El consumo de ajo refuerza las defensas del organismo y crea una barrera protectora contra los microorganismos que causan el resfriado común. Comer ajo crudo ante los primeros síntomas de resfriado puede reducir la gravedad de este problema.

Desintoxicar el cuerpo

La mala alimentación, la contaminación ambiental y el estilo de vida sedentario, hacen que en el organismo se acumulen toxinas y metales pesados que, de no ser eliminados, pueden causar serios problemas de salud a mediano y largo plazo.

Los antioxidantes presentes en el ajo contribuyen a la eliminación de los desechos del cuerpo y se ha demostrado que combate la toxicidad por plomo.

Salud ósea

El ajo podría incrementar los niveles de estrógenos en las mujeres con menopausia, para reducir el riesgo de sufrir de osteoporosis. Sin embargo, aún falta evidencia científica para llegar a hacer afirmaciones.

Tiroides

Comer ajo crudo puede ayudar a regular la función tiroidea, siendo útil en los casos de hipotiroidismo por su aporte de yodo.

Prevención del cáncer

Varios estudios han evidenciado que el consumo diario de ajo crudo puede tener una acción anticancerígena en el cuerpo, siendo útil para prevenir el cáncer de colon y de mama, aunque aún faltan pruebas científicas para confirmar su efectividad.

Venas várices

Las venas várices, además de ser antiestéticas, también son un problema de salud al que se le debe prestar mucha atención. El ajo crudo y sus antioxidantes estimulan la circulación y ayudan a combatir este problema.

Dolor de espalda

Por sus propiedades antiinflamatorias, el ajo es un ingrediente que puede disminuir el dolor de espalda y otros dolores musculares. Para esto basta con diluir 5 gotas de tintura de ajo en un vaso de agua.

Heridas y rasguños

Por sus propiedades antibióticas, el ajo se recomienda para prevenir infecciones en heridas y rasguños. Triturar un diente de ajo y aplicarlo sobre la zona afectada.

Quemaduras

Para las quemaduras causadas por el sol o por el fuego, se debe aplicar un poco de pasta de ajo y dejarla actuar 20 minutos. Este ingrediente ayuda a regenerar la piel, refresca y previene las cicatrices.

Úlceras estomacales

Para aliviar las úlceras estomacales se recomienda iniciar el tratamiento de comer 4 o 5 dientes de ajo crudo al día, durante un mes seguido.

Artritis

Por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, el ajo es un ingrediente que disminuye el dolor, la inflamación y la rigidez en personas con artritis.


Componentes activos principales del ajo

- Aminoácidos: Ácido glutamínico, argenina, ácido aspártico, leucina, lisina, valina ...etc.

- Minerales: Principalmente: manganeso, potasio, calcio y fósforo y ., en cantidades menores: magnesio, selenio, sodio, hierro, zinc y cobre.

- Vitaminas: Principalmente: vitamina B6, también vitamina C y , en cantidades menores: ácido fólico, ácido pantoténico y niacina.

- Aceite esencial con muchos componentes sulfurosos: disulfuro de alilo, trisolfuro de alilo, tetrasolfuro de alilo

-Aliína que , mediante la enzima alinasa, se convierte en alicina. - Ajoeno, producido por condensación de la alicina.

- Quercetina

-Azúcares: fructosa y glucosa.

¿Cómo puede comerse el ajo?

El ajo se puede comer crudo, por esta razón lo que más se recomienda es comer de dos a tres dientes de ajo en las mañanas. Asimismo se puede machacar y agregarle el jugo de medio limón para tratar de evitar un poco el sabor tan fuerte que este tiene.

Tomar el ajo crudo todos los días se recomienda para obtener sus efectos terapéuticos cuyo fin es ofrecer alivio a gran parte del organismo. Hay que saber y estar consciente que el ajo provoca muy mal aliento a quienes lo consumen con cierta frecuencia, por esta razón es importante que lo tomes con el limón, o puedes masticar luego un trocito de canela, esto te puede ayudar un poco.


Preparando ajo por decocción

Otra manera de tomar el ajo es utilizando la decocción. Para este método se deben coger unos tres o cuatro dientes de ajo y se ponen a hervir en un litro de agua, esta manera de consumo es más fácil de asimilar, puesto que mediante el hervor se pierde una gran parte de su fuerte sabor y, por supuesto, su olor desagradable. 



Además es menos incómodo ya que se pueden beber dos pocillos durante el día, de esta manera son menos fuertes los malos olores corporales que despide la persona que lo consume.

Ajo macerado con vinagre

Su sabor es demasiado fuerte, aunque a muchas personas les agrada sin importar el mal olor que puede provocar. Las personas aseguran que no importa cómo les quede su aliento y otras partes de su cuerpo, ya que sólo les importa estar sanos y con el ajo lo lograrán.