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Kalanchoe, el cactus que cura el cáncer

Los Kalanchoe como las variedades Kalanchoe pinnata, Bryophyllum pinnatum, también es conocida por otros nombres como hoja del aire, planta de Goethe, Ojaransín, flor de arete, siempreviva, hojerilla, tronador o yerba de bruja. También hay otras variedades de esta planta como son la Kalanchoe gastonis-bonnieri y la kalanchoe daigremontiana.

kalanchoe

Esta planta medicinal pertenece a la familia Crassulaceae originaria de Madagascar y la India, formando parte de la medicina tradicional o Ayurveda, también crece en otros lugares con climas cálidos y templados. En zonas del centro y sur de américa también se utiliza por sus cualidades curativas.

Es una planta que puede llegar a alcanzar un metro de altura y que posee unas hojas carnosas. Las flores crecen en inflorescencias y pueden tener colores diferentes como el rojizo, amarillo o verde.

Con fines medicinales se utilizan las hojas de Kalanchoe, las cuales se pueden preparar para aplicar de forma externa o interna. Para uso interno se puede preparar en infusión, se pueden añadir las hojas a platos como ensaladas o también se puede beber su jugo. Para el uso externo se pueden usar las hojas haciendo emplastos o cataplasmas y también se puede masajear la zona con el jugo extraído de las hojas. Por ejemplo, para el dolor de cabeza se pondrían las hojas ligeramente machacadas sobre la frente y nuca, o para cólicos y dolores abdominales se pondrían sobre esta zona para aliviarlos.
El Kalanchoe contiene fenoles, acetatos y flavonoides, entre algunos de sus componentes, que proporcionan acción antiinflamatoria, hepatoprotectora, antihemorrágica, anticancerígena, antitusiva, diurética, antihistamínico, antiséptica, antidiabética, antibacteriana, antiálgica, antiulcerosa, emoliente, digestiva y antiviral.

Propiedades medicinales de Kalanchoe

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Kalanchoe pinnata
Muchas son las plantas que se han utilizado tradicionalmente en diferentes culturas para combatir enfermedades o aportar beneficios a la salud. Un conocido ejemplo de esto es el ácido salicílico, del que se obtiene el ácido acetilsalicílico, más conocido como Aspirina. El ácido salicílico está presente en la corteza de los sauces (cuyo nombre en latín es Salix, de ahí el nombre del compuesto), y eran varias las culturas que conocían las propiedades medicinales de la corteza de sauce antes de que fuera aislado el compuesto.

Algunas plantas del género Kalanchoe han sido utilizadas en medicina tradicional para tratar infecciones, reumatismo e inflamaciones. Por poner un ejemplo concreto, en Trinidad y Tobago se empleaba Kalanchoe pinnata para combatir la hipertensión.

La ciencia moderna permite aislar diferentes compuestos a partir de plantas y comprobar su efecto en distintos tejidos o células, bien en condiciones in vitro (con los tejidos o células dentro de una placa de Petri) o in vivo (en estudios realizados generalmente con ratones vivos, debido a lo sencillo de su manejo en el laboratorio y a las similitudes entre sus sistemas nervioso e inmunitario con los del cuerpo humano).
Que un compuesto muestre un determinado comportamiento in vitro no implica que tenga el mismo efecto in vivo. Tampoco se puede extrapolar un buen resultado en ensayos in vivo con ratones a humanos, ya que las respuestas podrían no ser las mismas.


K. pinnata, especie en la que se han descubierto flavonoides con potencial para emplearse como tratamiento a la leishmaniasis.

En la especie K. pinnata, pertenenciente al género Kalanchoe, se han descubierto tres flavonoides que resultan eficaces contra el parásito que provoca la enfermedad de la leishmaniosis (Leishmania amazonensis). Estos compuestos, cuyos nombres completos son bastante largos, son un kaempferol, una quercetina y una dimetoxiflavona. Por el momento sólo han sido detectados en K. pinnata, estando ausentes en el resto de especies del género. Sin embargo, recientes estudios han descubierto nuevas substancias presentes en otras plantas del género, y esto ha levantado un auténtico polvorín.

El efecto anticancerígeno de Kalanchoe

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Es un error bastante extendido en los tiempos que corren creer que, si se descubre en una planta un compuesto químico que presenta propiedades anticancerígenas (evitar la propagación de tumores, por ejemplo) en condiciones de laboratorio, consumir directamente la planta va a tener el mismo efecto en el organismo.

Más aún, se llega a creer que esa planta sustituirá a las terapias actuales que se emplean en los tratamientos de cáncer, como la quimioterapia. Tal vez en ejemplo más conocido de esto sea el cannabis, procedente de la planta del cáñamo (Cannabis sativa).

Lejos de reemplazar a la quimioterapia, si uno de estos compuestos es descubierto y su eficacia es comprobada, se refina y pasa a formar parte de los tratamientos de quimioterapia. La vincristina y la vinblastina son dos alcaloides que se extraen de la vinca de Madagascar, Catharanthus roseus, y que se utilizan para tratar distintos tipos de cáncer, como la leucemia, el cáncer de mama o el linfoma de Hodgkin. Los alcaloides son unas substancias presentes en muchas plantas y que presentan una elevada toxicidad, lo que hace a estas plantas venenosas. La vinca de Madagascar es una planta tóxica debido a la cantidad de alcaloides que posee, pero dos de ellos se emplean como medicamentos eficaces una vez aislados.

En los últimos años han sido descubiertos unos compuestos bufadienólidos en varias especies del género Kalanchoe. Se trata de K. pinnata, K. tubiflora y K, gracilis. Estas substancias han sido capaces de disminuir el crecimiento de tumores, tanto in vitro como in vivo. Pero, y este es un pero muy importante, los estudios in vivo sólo se han realizado hasta la fecha en ratones. Por ahora los resultados son prometedores.

¿Acaso no es una buena noticia que se descubran nuevas formas de combatir el cáncer? Desde luego que sí. Pero estas cosas deben hacerse con rigor. Ni siquiera se ha demostrado que estos bufadienólidos sean capaces de detener el crecimiento de tumores en humanos. Y, en el caso de que así fuera, sería necesario refinarlos y administrarlos de manera adecuada como parte de un tratamiento de quimioterapia.

De 125 especies que componen el género, sólo en 3 se han descubierto estas substancias y su efecto en humanos no ha sido demostrado. Así pues, al menos por ahora, las noticias de una planta milagrosa que cura el cáncer no son más que humo.

Formas de Uso

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La parte utilizada son principalmente las hojas, que tienen un sabor acidulado. Se pueden tomar de forma externa o interna según lo que queramos tratar:

- Externamente: hojas aplastadas en forma de cataplasma, comprendida o parche; jugo de las hojas con aceite o vaselina para usar como ungüento.
Usada así, la planta es antiinflamatoria, antihemorrágica, astringente y cicatrizante.

- Internamente: hojas crudas en ensalada; jugo fresco (añadir agua para dar más volumen); hojas en infusión. Esta será la forma de tratamiento en caso de cáncer.

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Dosis para uso interno: 30 gramos de hoja fresca diarios (aproximadamente el tamaño de 2 DNI). En infusión podemos tomar una antes de cada comida, con una dosis de una cucharada de postre por infusión, es decir, tres infusiones al día.

Contraindicaciones: No utilizarlas durante el embarazo ya que pueden estimular el útero. No conviene usar la planta de forma continuada por largos periodos de tiempo si no se debe hacer ningún tratamiento. Su composición incluye compuestos como los bufadienolidos que son glucósidos cardíacos, por lo que en pacientes que han sufrido enfermedades cardíacas habrá que consultar al médico. 

La investigación clínica efectuada sobre las kalanchoe indica que puede haber toxicidad si se abusa de la planta y señala que hasta dosis de 5 gramos de planta por kilo de peso no hay toxicidad (esto sería unos 350 gramos de hoja por una persona de 70 kilos, que es una dosis de cuatro a diez veces superior a la aconsejada).

Es muy importante la actitud mental del enfermo a la hora de hacer el tratamiento, cada uno según su aptitud pero siempre habrá que hacerse consciente de que estamos utilizando un ser vivo, que tiene una parte física pero también una energía sutil que no vemos . Este fue vivo, la planta, tiene la virtud de curarnos y por lo tanto es bueno que haya un respeto y una toma de conciencia de esta realidad. En Latinoamérica, por ejemplo, la medicina tradicional tiene muy en cuenta estos aspectos. También relacionado con esto, es importante nuestra actitud ante las enfermedades, que debería ser lo más positiva posible ya que debemos mirar de aprovechar la adversidad para aprender.


Fuentes
Kalanchoe: The Genus and its Chromosomes. American Journal of Botany 25 (8). October 1938. pp. 572-579.
The antileishmanial activity assessment of unusual flavonoids from Kalanchoe pinnata. Muzitano MF, Tinoco LW, Guette C, Kaiser CR, Rossi-Bergmann B, Costa SS. Phytochesmistry. Volume 67, Issue 18, September 2006, Pages 2071–2077.
Kalanchosides A−C, New Cytotoxic Bufadienolides from the Aerial Parts of Kalanchoe gracilis. Wu PL, Hsu YL, Wu TS, Bastow KF, Lee KH. Org. , 2006, 8 (23), pp 5207–5210.
Anti-tumor promoting activity of bufadienolides from Kalanchoe pinnata anddaigremontiana x tubiflora. Supratman U, Fujita T, Akiyama K, Hayashi H, Murakami A, Sakai H, Koshimizu K, Ohigashi H. Biosci Biotechnol Biochem. 2001 Apr;65(4):947-9.
Anticancer activity of Kalanchoe tubiflora extract against human lung cancer cells in vitro and in vivo. Hsieh YJ, Huang HS, Leu YL, Peng KC, Chang CJ, Chang MY. Environ Toxicol. 2016 Nov;31(11):1663-1673. doi: 10.1002/tox.22170. Epub 2015 Jul 15.
Isolation and Characterization of Antineoplastic Alkaloids from Catharanthus Roseus Don. Cultivated in Egypt. Shams KA, Nazif NM, Azim NSA, Shafeek KAA, El-Missiry MM, Ismail SI, El Nasr MMS. Afr J Tradit Complement Altern Med. 2009; 6(2): 118–122.